En este artículo te voy a enseñar a cómo hacer albóndigas en salsa, aunque más bien me centraré en la salsa para albóndigas (a modo de continuación del anterior artículo donde te conté cómo se hacían las “bolas”).
Cómo hacer albóndigas en salsa o salsa para albóndigas
Antes de nada, contarte que esta salsa la puedes usar para otras elaboraciones, el proceso es el mismo. Es muy curiosa porque necesita muy pocos ingredientes y seguramente los tengas disponibles en la cocina. El aspecto no es el mejor del mundo pero lo compensa con lo rica que está cuando la mezclamos con estas “almóndigas”. ¡Vamos a ello!
Ingredientes
- 350 gr de albóndigas de pan
- Media cebolla pequeña o un poco menos de media cebolla grande picada en trocitos
- 1 diente de ajo grande picado
- 1 cucharada sopera de harina de trigo
- Hebras de azafrán
- Agua (la suficiente como para cubrir)
- Sal
- Aceite
Si no tienes azafrán (que está muuuy caro) o te resulta difícil conseguirlo puedes usar un poco de cúrcuma molida para darle sabor y aroma a la salsa. No queda 100% igual, pero es bastante fiel a la receta de la salsa de albóndigas original. Eso sí, cuidado porque la cúrcuma tiñe de amarillo todos los cacharros que utilices y luego cuesta bastante quitarlo, así que tenlo en cuenta.
Video de la receta de albóndigas en salsa
Esta receta es de mi madre, la Carmen, ¿y quién mejor que ella para que te cuente cómo se hace? Échale un ojo que seguro te va a gustar.
Elaboración
Empezamos calentando el aceite en una sartén. Hay que poner aproximadamente un “fondo” de aceite, que consiste en que la base esté toda cubierta. Queda mejor con aceite de oliva, pero soy consciente de que en algunos sitios es muy caro, así que utiliza uno con el que te apañes normalmente.
Cuando esté caliente añadimos la cebolla y la sofreímos. Al empezar a dorarse, ponemos el ajo.
Seguidamente echamos las hebras de azafrán para que se tuesten y suelten todo el sabor. En este paso es importante que no se nos queme, por lo que hay que ir removiendo durante todo el proceso.
Luego echamos la harina y seguimos sofriendo hasta que quede todo bien cocinado. Tardará poquito.
Por otro lado, en una olla echamos las albóndigas ya fritas (que te enseñé a hacer en el otro artículo) y le ponemos este sofrito por encima. Las mezclamos bien con esta pequeña salsa para que vayan impregnándose de todo el sabor y lo absorban.
Echamos agua suficiente como para cubrirlas y ponemos a cocinar a fuego medio alto. No te olvides ponerle un poco de sal en este punto.
Irán hirviendo y la salsa espesándose, sólo las tenemos que mover un poco de vez en cuando. Cuando estén más o menos así las apartamos del fuego y dejamos que reposen.
El mismo calor que tienen terminará de espesar la salsa y las dejará estupendas, listas para comer.
Te recomiendo acompañarla con patatas fritas. Puedes hacerlo de dos formas, una a modo de guarnición, friendo patatas y poniéndoselas aparte. Y hay otra forma que es freírlas y añadírselas al caldo cuando lo hemos apartado del fuego.
Las dos están muy buenas, pero es cuestión de gustos. Te dejo que elijas la forma que más te apetezca.
Es una de esas salsas tradicionales que se hacían con lo poco que había en la casa, pero que el resultado no deja de ser espectacular a día de hoy.
¿Qué te ha parecido esta salsa para albóndigas? ¿te gustan las albóndigas en salsa? Déjame un comentario más abajo y me cuentas qué opinas. ¡A mi de pequeño no me apetecían nada y ahora estoy deseando que mi madre me las haga!





