El potaje de garbanzos tradicional es una receta que te encanta o te horroriza. Si estás leyendo este artículo entiendo que eres de los que disfrutan de un buen potaje , así que te voy a contar cómo se hace paso a paso.

Potaje de garbanzos y espinacas

La receta original es de mi madre, La Carmen, y he de decir que le sale increíble, ¡y eso que de pequeño no me gustaba!

Ingredientes

  • 1/2 kg de garbanzos
  • 300 gr de espinacas frescas
  • 700 gr de patatas
  • 3 huevos
  • 1/2 cebolla pequeña cortada en juliana
  • 3 dientes de ajo picados
  • Además de otros 2 dientes de ajo con piel
  • 1 cucharada sopera de pimentón dulce
  • Unas hojas de laurel
  • Y un poco más de 4 L de agua

Video receta de potaje de garbanzos casero

La receta es algo complicada de explicar, así que te recomiendo que también veas el vídeo para que puedas seguir los pasos fácilmente.

Elaboración

Ponemos los garbanzos en remojo, preferiblemente en agua tibia, durante toda la noche. A la mañana siguiente se habrán hinchado un poco, se les quita el agua y se lavan debajo del grifo.

En una olla añadimos los 4 litros de agua fría, los garbanzos ya escurridos, el laurel, los ajos con piel y sal. Tiene que cocer varias horas a fuego medio-alto. No te puedo decir un tiempo exacto de cocción porque lo marcará la potencia del fuego y el tipo de garbanzo que uses, pero estarán listos cuando estén ya bien cocidos.

Notarás que el agua se va evaporando, ve añadiendo algunos vasos más para que no se queden sin líquido y que pueda seguir la cocción.

Mientras sigue cociendo podemos ir pelando y troceando las patatas. Te aconsejo que las guardes en un recipiente con agua para que no se pongan feas y vayan perdiendo así un poco de almidón.

Los garbanzos empezarán a ablandarse, añadimos entonces las patatas (sin el agua) y dejamos que siga cociendo.

Por otro lado vamos a ir haciendo el sofrito. En una sartén amplia con un fondo de aceite cocinamos las espinacas. Una vez hayan reducido el tamaño y estén bien rehogadas, se añaden a los garbanzos.

En otra sartén con otro poco de aceite, pochamos la cebolla y el ajo hasta que estén doraditos. Con la cebolla blanda y transparente, añadimos la cucharada de pimentón. Rehogamos durante un minutillo y se añade también al guiso.

Removemos nuestros garbanzos que ya estarán cogiendo una pinta estupenda. Tenemos que probarlo de sal y ver que no tenga mucho caldo. Si lo tiene, hay que dejarlo evaporar.

Cuando estén los garbanzos en su punto y la patata blandita, añadimos los huevos por separado y una vez cocidos ya estaría listo nuesto potaje de garbanzos.

Variantes

Hay algunas variaciones que se le pueden hacer al plato, como por ejemplo añadirle alguna especia o incluso perejil por encima en el acabado final.

Si lo prefieres, el huevo se puede cocer aparte, en vez de dentro del guiso, y añadirlo picado cuando se vaya a servir.

Hay quien le añade alubias blancas, y estoy seguro de que está también buenísimo así.

Te animo a probarlas todas, a ver cual te gusta más.

Potaje de cuaresma y potaje de vigilia

Los dos nombres se refieren a la misma receta que te he comentado arriba, aunque algunas veces se le añade bacalao dependiendo de la zona donde se haga.

El potaje de vigilia se servía los viernes de cuaresma en España al estar prohibido el consumo de carne por motivos religiosos. El bacalao se añadía como aporte proteínico, al no considerarse por ese entonces que los garbanzos tuviesen la suficiente cantidad de proteína necesaria.

Es quizá uno de los platos tradicionales más importantes de la gastronomía española de Semana Santa.

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Nombre de la receta
Potaje de garbanzos
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